lunes, 1 de diciembre de 2014

Ya no está

Él ya no está, y sin embargo no se ha ido, permanece en cada intento de olvidarle que he fallado miserablemente, en cada "buenas noches" que le pertenece y hoy se atora en mi garganta. Se ha ido, y sin embargo aquí se encuentra, en las veces que se me cruza en el camino, que espero alcance sus metas y cumpla sus sueños, en las noches de largas charlas que ya habrá olvidado.

Él no se encuentra, y sin embargo está presente, en cada risa, en cada lágrima, en cada instante que quisiera compartirle. No está presente, pero aquí se ha quedado, ha olvidado una de sus largas pestañas, el único beso que me envió al aire una noche, la sonrisa que otro dibujaba en su rostro pero que aún así yo amaba.



Él no se quedó, pero en mí se ha dejado olvidado, me ha heredado las noches y un instante de quiebre, la amargura del vino y el silencio del tiempo. Él ya no está, él se me ha ido, él no se encuentra, no está presente, no se quedó, y sin embargo es más de mí que aquello que yo mismo puedo ser.

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