domingo, 17 de marzo de 2013

Esperarte, lo que mejor me sale

Esperarte no me ha llevado a nada, porque tú te has llevado todo…

Porque pensar en ti es nadar en el mar, placentero y de un mal sabor de boca
Es lanzar una moneda a la fuente, sin sentido y sin embargo tan esperanzador
Es cruzarse con tu recuerdo e ir a la guerra, siendo ejército de apenas un hombre
Es descansar sobre un campo minado, inquietante, peligroso, desconcertante

Esperarte no me lleva a nada, solo a tus ojos marrones, engarzados en mi llanto…

Porque llorar por ti es llover en primavera, desconcertante por el tiempo
Es aquel cuento de hadas que fue pasado y no sabes si en verdad pasó
Es sonreírle al mundo sin saber si te alcanza el presupuesto para engañarlo
Es pasear por las calles de la mano de un adiós que no se fue, que no se irá

Esperarte no me llevará a nada, porque llevas mi silencio atado a tu voz…

Porque decir tu nombre es pecado medieval, es tortura y sin embargo es placer
Es buscarte en el desván, y encontrar un baúl sin nada más que yo en él
Es hacerte silencio, que no es más que oírte en concierto en mi pecho
Es enmudecer ante el ruido de tu ausencia, de un lejano ayer

Esperarte no me es opción, porque tú así lo decidiste cerrando la puerta…

Porque escribírtelo todo es un alivio, de esos que no alivian, pero si al final
Es deseo de contártelo todo, pero sin tener nada, sin ser ni un quizás
Es tocarte a la puerta sin hallarte ahí dentro, es esperar tu regreso
Es cruzar de acera sin dejar de contemplar tu ventana, y seguir esperando

Esperarte en la estación de la noche, donde te veo más fácilmente…

Porque esperarte es lo que hago, lo que me he vuelto, lo que mejor me sale
Es lo que se me ha llevado los años por delante, y las ganas también
Pero esperarte es lo único que he sabido hacer bien en mi vida
Es mi profesión perfecta, la vocación de mi alma, el dolor tras el placer

Esperarte, porque aunque no me ha llevado a nada, me lleva a tu recuerdo…