lunes, 9 de noviembre de 2015

Melodía

Yo, que en tus labios una noche fui pasión
que encontré entre tus pestañas mi canción
la melodía que acabó al verte alejar
que murió aquella mañana al clarear

Yo te daba mi vida aunque muy poco valía
te entregaba mi alma, esa en que tú no creías
yo quería abrazarte, darte de mi calor
te quería en mis días para llamarte amor

Yo, que lloré noche enteras sin parar
por ser alguien que tú no pudiste amar
que escribió cien poesías a tu ayer
que sin ti ya nunca más volvió a querer

Yo te daba mi vida aunque ya poco valía
te entregaba mi alma, esa en que tú no creías
yo quería abrazarte, darte de mi calor
te quería en mis días para llamarte amor.

sábado, 5 de septiembre de 2015

A veces

A veces me pregunto quién tendrá la suerte de sostenerle la mano en sus caídas, de callar en sus días de mal humor, de sentirse orgulloso cuando avance con la cabeza en alto tras un fracaso, de arrastrarle al camino de sus sueños aunque le sean difíciles de alcanzar. Sí, a veces me pregunto quién tendrá la suerte de mirarle a su lado cada noche antes de dormir; y espero que esa persona sepa que la más grande fortuna en esta vida, la alcanzó cuando logró enamorar su corazón con nombre de ópera.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Uno aprende

No es que deje de doler,
es que uno aprende a no molestar a los demás con su tristeza.
No es que no haya más lágrimas,
es que uno aprende a llorar por las noches, en privado.
No es que hayan ganas de vivir,
es que uno aprende a morir por dentro para evitar preguntas.
No es que te hayas ido,
es que aprendí a mantenerte vivo en silencio, entre mis letras.

martes, 16 de junio de 2015

El sol que no se oculta

Cuando tu recuerdo se me cruza de pronto, sin querer el corazón baja el ritmo acelerado del día para dar paso a la percusión de un bolero que repite tu nombre de ópera. Se cierran instintivamente los ojos para encontrarte allí, donde los párpados guardan detalladamente las facciones de tu cara, morena, delicada y perfecta. Un suspiro trae de vuelta los pocos instantes que tuve a tu lado, pero que aún así se volvieron eternos, y al regresar al mundo me encuentro la sonrisa que no se ha perdido, pero sí he guardado. Y aunque duelen, son instantes necesarios para sentirme vivo, segundos que bastan por sí solos para entender que todo el tiempo que esperé antes de ti, y lo que debo extrañar desde que te fuiste, valieron la pena por esos dos años que decidiste ser parte de mi historia, el sol que no está más pero nunca se oculta.

domingo, 3 de mayo de 2015

Lienzo en la pared

Inmóvil por horas, frente a una pared de ganas perdidas
el lienzo blanco que separa esta habitación del mundo
que busca ser el comienzo, y aveces el final de un cuadro

Y allí aparece, con tenues trazos de la memoria
con tinta de miradas perdidas, de palabras olvidadas
dejándome nulo, con la mirada fija y los ojos desérticos

Y allí está él, con sus largas pestañas que eran pinceles
que dibujaban formas desconocidas, imprecisas, perfectas
que batían como alas en cada parpadeo, libres al unísono

Y allí está su tiempo, cargado en sonrisas y horas de sueño
buscándose en laberintos de recuerdos que quieren olvidar
encontrándose en pasillos sin salida, sin amnesia, eternos

Y allí está con su cabello negro, alborotado y pendenciero
seduciendo hasta a las lágrimas. invitándolas a ser ríos
enchinando la piel de un solo golpe de recuerdo, de ausencia

Y allí está en un cuadro de tiempos mejores, de tiempos felices
debatiéndose entre ser olvido o fantasía de volver a vivirle
entre callar o suspirar su nombre de ópera, ¡Fausto, Fausto!

martes, 17 de febrero de 2015

Cita a ciegas (con el pasado)

Llevaba esperando cerca de veinte minutos, bebía una taza de café lo más lento que podía, esperando que mi cita a ciegas llegara pronto, aunque deseaba hacerlo de un solo trago por el frío que envolvía el ambiente a esas primeras horas de la noche. Nunca antes había conocido a una persona de esa manera, pero le debía un favor a mi prima y así fue como me obligó a pagárselo, en parte porque tiene vocación de Cupido y en parte porque tiene alma de madre, estaba preocupada por la última vez que nos vimos y me recriminó la falta de todo que me embarga después que la persona de quien estoy enamorado se había marchado de mi vida.

Tardé poco en arreglarme para salir esa noche, me puse encima una camisa que no había usado en mucho tiempo, estrenando un corte de cabello que mi prima, que también tiene vocación de estilista, me obligó a hacerme un par de días antes. El camino fue tortuoso, y no por el camino sino por las ganas de llorar que me embargaban al intentar conocer a alguien nuevo; no estaba listo, no en ese momento, y me repetía que no debí permitir que me obligasen a pagar un favor con algo así. Varias veces revisé la fotografía que llevo en mi teléfono, no la de mi cita, sino la del hombre que me había enamorado sin proponérselo, y recordaba las veces que nos vimos en el mismo lugar al que iba ahora, las mismas calles, el mismo cielo, pero esta vez sin las ganas.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Le amo

Le amo porque conozco sus manías, su lado gris y también sus miedos. Porque era tierno aunque quería ser duro, porque callaba cuando más tenía que decir, porque su constancia era ser inconstante. 

Le amo porque me dejaba descubrir sus defectos, porque a veces se avergonzaba pero nunca conmigo, porque eran él y sus rincones oscuros, sus rincones oscuros y mi mano.

Le amo porque no todo eran charlas y bromas, ni virtudes y aciertos, sino también discusiones y a veces lágrimas, defectos y algunos errores. Le amo porque todo eso es el amor, y él me enseño a amar cada región de su alma.

domingo, 1 de febrero de 2015

Era febrero

Era febrero hace dos inviernos en un mundo un poco gris
con una grieta que me dejaron poco antes de ser feliz
ponía sueños a buen recaudo, que no los quebraran más
me encontraba de cierta forma ocultándome en la paz

En sus palabras hallé un buen día la belleza sin rimar
eran poemas sin ser poemas, era una luz para disfrutar
movía en mi suelo un poco de cielo, me invitaba a avanzar
ponía en juego todo aquello que había querido resguardar

Era febrero hace dos inviernos cuando empecé a latir
fue su mensaje, la vez primera, y comencé a sonreír
me acompañaba cada minuto, me enseñó a volver a ser
no fue su culpa, tampoco la mía, me enamoré sin querer

Tú me rompiste

Tú me rompiste, pero no rompiste lo que debías. Quebraste docenas de sueños que había guardado para siempre pero que regresaron cuando llegaste a mi vida, y también algunos que alcancé a tu lado en una sola noche.

Hendiste el suelo que sostenía un cielo que habitabas tú, el sol de tus sonrisas y mil horas de nuestras charlas. Descompusiste el tiempo y te volviste eterno. Destrozaste el mundo y me destrozaste a mí.

Y es que yo también fracturé el cristal que lastimó tu riesgo, quebré a un príncipe azul que nunca fue príncipe, tampoco del azul que hubieses merecido. Rompiste mi amor propio, y también el amor que sentía por el amor en sí mismo, pero no rompiste el que siento por ti, ese que debías quebrar más que nada y es lo único que dejaste en pie.

lunes, 19 de enero de 2015

Me he olvidado del tiempo...

Guardo, aquí bajo mi almohada, cada beso intenso, cada sonrisa de incertidumbre dibujada. Duermo junto a tu recuerdo, que se apropia de la noche por el lado izquierdo de la cama, que me lleva al borde, me descobija el alma y me quita el sueño. Temo por las sombras que he ocultado, que se cansen de esperar indómitas tras las cortinas, que revelen tu silueta contra la ventana, las palabras contra las ausencias.

Busco, allí donde amanece, liberarte a solas en un mundo etéreo, donde nadie mire ni tampoco faltes. Trato de al abrir los ojos no buscarte, de al pensar no recordarte. Busco tanto y tengo poco, me he quedado con tu nombre, me ha bastado nuestra ausencia. Te suelto en un instante de silencio al alba, de rocío fresco y pensamientos inexactos, pero en cuanto las aves cantan, saludando al día, te devuelven dentro.