jueves, 25 de agosto de 2011

Sueño y Realidad

Es hora de dormir, se dijo finalmente tras horas de haber escuchado su playlist favorito y el constante tip-tap de las gotas que aún caían dese el tejado hacia el jardín al que daba su ventana. Había llovido toda la tarde; si, una de esas tardes en las que te quedas atorado en casa, acompañado del frío, la computadora que cambia de una red social a otra sin sentido, y los recuerdos, sus recuerdos. Ya sé, dirán que podía usar su mente en algo productivo como hacer deberes, pero, ¿quién rayos hace deberes con una tarde así?, bueno, al menos no hasta bien entrada la noche, cuando te das cuenta que toda tu carrera está en riesgo.

Tras haberse acostumbrado a la baja temperatura durante la pertinaz lluvia que cubrió la ciudad en un manto gris y helado, el espeso cobertor sobre la cama no se veía tan abrigado como otras noches, sin embargo se cubrió con él, dispuesto a descansar. ¿Descansar?, eso no sucede cuando pasaste horas llenando tu cabeza de recuerdos que iban y venían, y que al final del día parecían juntarse todos en una amarga sopa que lleva el nombre de tu ex. Entonces las vueltas de un lado a otro de la cama comenzaron, tratando de poner la mente en blanco, contando ovejas que por cierto, resulta que no sirve para nada, apretando fuerte los párpados para acallar las imágenes constantes de su silueta, de sus labios y su cabello.

No supo bien en qué momento concilió el sueño, pero estaba seguro que fueron horas después de haber tocado la almohada por primera vez, sin embargo los recuerdos no pararon. Sueños los llama la gente, él prefiere creer que son recuerdos de lo que nunca pasó; aunque esta vez fueron recuerdos de lo sucedido, de ese capítulo que al vivirlo mató una parte de sí. Oyó sus pasos tras de él, seguros como siempre, y ruidosos, tan ruidosos que era difícil aguantar las ganas de voltear a mirar, y cuando lo hizo estaba allí, de pie como en el pasado, su corazón latía fuerte y hasta creo que lanzó un suspiro, tal como esa mañana en la que lo que él consideraba un sueño se convirtió en un ácido capítulo de una historia dulce. De pronto ella explotó, río y no pudo recordar más de ese sueño, o de ningún otro esa noche, finalmente pudo descansar.

Pues verán, para que entiendan su sueño creo que debo contarles la historia verdadera, la que dolió un instante pero dejó secuelas, su versión de un ataque al corazón, al menos mientras no tenga uno de verdad.

Se querían mucho, salían siempre que podían, o mejor dicho, cuando los profesores de la universidad no le dejaban mucha tarea –lo cual era algo muy raro, como muchos sabrán. Paseaban por la ciudad en busca de materiales para su próximo proyecto, mientras ella hacía bromas por todo, es que hay que aceptarlo, si no estudias arquitectura varios nombres pueden resultar bastante graciosos. ¿Felices?, sí, creo que lo eran en medio de todo, ya saben, no hay relación perfecta.

¿No les ha pasado que recuerdan un diálogo que tuvieron con todo detalle?. Pues a él no, entonces solo resumiré lo que recuerda de esa mañana. Se reunieron como siempre, o al menos eso creía él, rieron un rato mientras paseaban por un centro comercial de la ciudad, sí, todos tenemos esos planes con nuestras novias, y ellas parecen disfrutarlo infinitamente mientras tú no entiendes cuál es el punto de ver una tira de vitrinas con gente muy blanca, rígida y para colmo descabezada usando casi nada de ropa que además es carísima; pero bueno, todo sea por pasar un rato con ellas, ¿no?.

Para variar un poco el clima de la ciudad cambió de repente, de una espléndida mañana tibia con algo de sol se transformó de pronto en una gris que prometía empapar a más de un transeúnte poco precavido que no llevara paraguas. Y así, tal cual pasó con el clima, algo cambió de repente en ella, como si estuviese sincronizada con la lluvia. Claro, ya todos a esta altura de la historia deben imaginarse lo que pasaría, ¿pero creerán que él no lo veía venir?. Sí, todo terminó esa mañana, así de repente, fueron tantas excusas juntas que nunca supo cuál creer, así que tampoco perderé el tiempo contándoselas.

Lo que si les voy a contar es lo que supo después de un par de semanas. Todos odiamos cuando este tipo de noticias nos llegan tan tarde, resulta que quien se inventó aquella frase de “el amor es ciego” no podía estar más en lo cierto. Nunca lo vemos cuando estamos enamorados, pero una vez que terminamos, y alguna amiga de ella, que obviamente no es su amiga en realidad, se encarga de hacernos saber la verdad, no podemos creer como se nos pasaron tantos detalles, de pronto somos como niños armando un rompecabezas con emoción para admirar el resultado final, solo que el resultado final de su rompecabezas no le causó alegría, sino una tremenda ira conmigo mismo.

Cuando alguien a quien quisiste mucho jugó contigo en una carrera doble siempre resultarás perdedor, pero en este juego no solo que pierdes, sino que también te llevas un premio de consolación, y lo llamo premio sarcásticamente porque no encontraba una palabra para decir maldición, ¡ah sí!, eso mismo, te llevas una maldición de consolación. No puedes confiar fácilmente otra vez, te vuelves paranoico con lo que tu siguiente pareja hace, dice o siquiera imagina, y por último te quedas con un sentimiento de víctima que ni los niños más pobres de África podrían llegar a sentir.

Finalmente, cuando decides dejar atrás todo ese combo de malos sentimientos que te dejó un engaño, y quieres seguir adelante, resulta que las o los aprovechados que parecían lloverte cuando solo odiabas al mundo, maldecías al sexo opuesto, y si te arriesgabas a tener una relación otra vez esta fracasaba como pieza de música clásica en discoteca, ya no aparecen por ningún lado. Si, esa es la deliciosa ironía de la vida que siempre se ríe en nuestras caras.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con la explicación de su sueño?. No es que me guste divagar, cosa que si es cierta, pero esta vez tenía un punto. Mi relato sobre esta experiencia de la vida de un amigo empezó algo más calmado y casi poético, pero se termina de una manera bastante jocosa. Es que eso es lo que su sueño representó, Lo que vivió al inicio fue un cuento de hadas moderno, muy elegante y placentero, con una bruja, o más bien un brujo, que arruinó todo a mitad de la historia, pero de la que finalmente puede reírse, como río en su sueño al ver a su ex novia explotar y finalmente poder dormir tranquilo.

¡Ah, la vida!, ¿qué otras historias nos tendrá preparadas para contar en los años venideros?