Tú, aún de mi ayer, queriendo ser hoy
Yo, aún de silencios queriendo ser mañana
Juntos, aún como ayer construyéndole hoy un mañana.
Ella, la ciudad de siempre, la de las montañas
Él, un cielo de Quito que nos amenaza de llanto
Ella, él, cómplices sin saberlo de un será que no muere.
Todos, despareciendo de a poco con cada "te quiero"
Eso, aquel sentimiento que aprendió a reavivar el fuego
Ellos, los que no creyeron, tú y yo incluidos, ahora conjugados.
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