Como duele recordar el único abrazo que pude darle, en un
paraíso de árboles centenarios y asfalto mojado, de una luz vestida de rojo
espera mientras él iba vestido de belleza extrema.
Un beso en la mejilla y otro en el adiós, de esos que no se saben, pero se sienten y te hacen aprovechar el momento, que tus sueños saben que será el último y por eso quieren violar la suerte de tenerle tan cerca un único instante, y se arrojan pese a la vergüenza y pese al suicidio que significa.
Como duele haber querido ser parte de tan exquisita ópera siendo apenas un mundano plebeyo. ¡Como duele!
Un beso en la mejilla y otro en el adiós, de esos que no se saben, pero se sienten y te hacen aprovechar el momento, que tus sueños saben que será el último y por eso quieren violar la suerte de tenerle tan cerca un único instante, y se arrojan pese a la vergüenza y pese al suicidio que significa.
Como duele haber querido ser parte de tan exquisita ópera siendo apenas un mundano plebeyo. ¡Como duele!
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