Siento los primeros rayos del nuevo día sobre mi rostro
es el sol que me indica que la noche ha terminado finalmente
que la oscuridad y el frío han dado paso a la esperanza
que la fe siempre renace entre las cenizas de una llama extinta.
Los recuerdos de tu paso, tan volátil, superfluo y escurridizo
me detienen en un instante de cinismo antes del alba
cada madrugada una lagrima recorre hacia la blanca almohada
como la testigo muda de que aun mi corazón te añora.
Empieza un nuevo día y una nueva historia por delante
el valor y el coraje que me faltan me los regala el cielo despejado
un cielo que evoca días perfectos que no pase a tu lado
días en los que hubiera entregado mi vida por tomarte de la mano.
Amor en cuatro idiomas distintos, los de Hispania, Galia y Anglia
frases de sonares bellos, hoy implacables memorias de sal
la misma sal que corre en el golfo, y sube por el río hasta la ciudad
ciudad de cerros y malecones, testigos mudos de mi penar.
nice blog!
ResponderBorrarUn hermoso texto, muy elegante. Pero tengo una pregunta: la ciudad del golfo es Guayaquil?
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